San Salvador.
La Capilla se desarrolla sobre un espacio a doble altura. Tiene capacidad para 190 feligreses. El diseño buscó integrar el exterior de las instalaciones del Colegio con el interior de la capilla, aprovechando al máximo la iluminación y ventilación natural, con jardines internos, puertas plegables y vitrales. Sobresalen las cruces-ventanas que desde las paredes laterales del presbiterio vierten luz sobre el altar mayor. En el altar, un muro ligeramente convexo sustituye a los retablos tradicionales y aloja en una composición horizontal de nichos, a las imágenes religiosas. Sobre el altar, un vitral pentagonal alumbra la alegoría al Espíritu Santo. Luz se filtra a lo largo del espacio entre el techo y las paredes laterales de la nave: sensación de liviandad que hace pensar que el techo flota sobre la luz. En la fachada principal, un muro que simula una torre es coronado por un recorte de cruz a través del cual se mira el cielo.